Verderón común
(Chloris chloris)
Orden: Passeriformes Familia: Fringillidae
OBSERVACIÓN:
Se trata de un ave bastante común que puede ser observada con facilidad en el parque.
DESCRIPCIÓN:
Se podría decir que un verderón es como "un gorrión de color verde", aunque algo más cabezón y con un pico más ancho y fuerte. Este ave destaca principalmente por su vistosa coloración verde, con unas llamativas manchas amarillas en el hombro, en las plumas remeras de las alas y en la cola. En este caso, existe un dimorfismo sexual evidente, pues las hembras presentan colores algo más discretos que los machos, aunque ambos son bastante similares. En cambio, los individuos jóvenes resultan algo distintos, pues al salir del nido tienen plumaje moteado en las partes inferiores, y el verde de su manto y cabeza es mucho más apagado que el de los adultos. Su coloración se parece a la de verderones serranos, lúganos y verdecillos, aunque el verderón común se reconoce bien por su mayor tamaño y por poseer amplias manchas amarillas en sus alas. Cuando vuela, este detalle resulta útil para distinguirlo de verdecillos, pardillos comunes y jilgueros.
Macho
HÁBITAT:
Ocupa un diverso espectro de ambientes. Se desenvuelve muy bien en las plantaciones de árboles frutales. También prospera en huertos, parques y jardines, y, en general, en cualquier medio que tenga árboles dispersos. Así, coloniza bosques abiertos de frondosas y de coníferas, linderos conformados por árboles o arbustos altos, etc.
En invierno se concentra sobre todo en formaciones arbóreas de climas cálidos: olivares, naranjales, acebuchales, encinares, pinares de pino piñonero, etc. También vagabundea con otras aves granívoras (verdecillos, jilgueros, pardillos) por campos de cultivos herbáceos.
En todos los demás lugares se le encuentra en los alrededores de casas, jardines y granjas, permaneciendo ausente de los lugares más remotos de la campiña.
ALIMENTACIÓN:
Ingiere un amplísimo número de semillas, que recoge en el suelo o directamente en las plantas, pues su pico corto y cónico es lo suficientemente fuerte como para abrir semillas grandes y duras. Consume tanto las diminutas semillas de los jaramagos como los piñones del pino piñonero. También pica la pulpa de frutos carnosos, y en primavera completa la dieta de sus pollos con insectos, entre los cuales se cuentan áfidos, hormigas, escarabajos y también pueden alimentarse de arañas. En otoño visita los viñedos y frutales para comer fruta madura.
Soporta bien los rigores del invierno y sabe encontrar su alimento incluso cuando la capa de nieve es espesa.
REPRODUCCIÓN:
Cría dos o tres veces al año, de marzo a agosto, en las arboledas y arbustos tupidos de las zonas habitadas, parques, jardines, huertos, frutales y en los cipreses de los cementerios, y todos los bosquecillos e hileras de árboles del ámbito rural. Cuando llega el mes de marzo el macho alterna su silbido inspirado con un vuelo ascendente desde la rama en que se posa y una especie de suspensión en el aire por medio de lentos aleteos sin cesar de gorjear. Esta acción constituye la parte principal de su exhibición galante.
La hembra suele poner de cuatro a seis huevos cuyo color varía entre el blanco sucio y el azul verdoso con manchas pardas, rojizas o violáceas. La incubación dura 11-15 días y es llevada a cabo exclusivamente por la hembra que, entre tanto, es alimentada por el macho.
Hembra
Tras la eclosión, transcurridas unas 2 semanas aproximadamente, las crías ya pueden volar. En ese momento, el macho suele alimentarlos, mientras la hembra inicia la siguiente puesta.
Al final de la época de cría se reúnen en numerosas bandadas que incluyen también pájaros migrantes que llegan del norte en otoño y vuelan sin rumbo a través de bosques, campos, estepas y cultivos.
NIDIFICACIÓN:
No es especialmente territorial, y varias parejas pueden instalar sus nidos muy próximos entre sí. Para construirlos, la especie emplea ramitas muy finas, raíces, pelo, plumas, musgo, líquenes y hierbas.
CANTO:
Posee diferentes reclamos y un canto nupcial muy característico. Al remontar el vuelo suele emitir un trino potente ("chiri-ri-ri"), pero cuando está posado, solo o en grupo, produce un "chuiit" algo más fuerte. Por otra parte, los machos tienen un canto fácil de reconocer, con tres estrofas rápidas ("choro- ro..., chi-ri-ri..., chuing-ching..."), rematadas con un largo y profundo piído metálico ("pruiiing")
MIGRACIONES:
Es una especie migradora parcial. Las poblaciones europeas más norteñas, ubicadas en Rusia y Escandinavia, se desplazan hacia el sur tras el periodo reproductor. También migran poblaciones más meridionales. A la Península llegan, durante el invierno, individuos procedentes de Bélgica, Alemania, Inglaterra, Holanda, Suiza, etc. A su vez, en el territorio ibérico hay poblaciones sedentarias y migradoras. Unas se quedan; y otras cruzan a África durante los meses de octubre y noviembre, y regresan entre febrero y abril. También se registran movimientos altitudinales: con la llegada del frío y la consiguiente escasez de alimento, los verderones se concentran en cotas bajas y territorios cálidos.
AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:
Por su abundancia y capacidad para acoplarse a paisajes humanizados, tanto urbanos como agrarios, no parece una especie amenazada. Sin embargo, está sufriendo notablemente el uso abusivo de plaguicidas y herbicidas en los olivares y otros cultivos. Asimismo, como otros géneros, padece la lacra del trampeo ilegal o consentido, de modo que cada año mueren o son enjaulados miles de ejemplares.