Rabilargo

(Cyanopica cooki)

"Iberian magpie"
"Pega-azul"

Orden: Passeriformes                                                          Familia: Corvidae 

OBSERVACIÓN:

Es el ave de excelencia de nuestro parque y por este motivo representa el logotipo de esta web. Se podría decir que la que domina nuestro parque, ya que ha conseguido colonizar todos los rincones del mismo y es imposible entrar en él sin avistar ninguno.

Rabilargo posado sobre la fuente final del parque

DESCRIPCIÓN:

El rabilargo es un ave mucho más grácil y estilizada que otros componentes de la familia de los córvidos, de los cuales también se distingue por poseer un plumaje de suaves tonos cremosos y azulados. 

Se caracteriza por su larga cola en relación al cuerpo y sus alas cortas. Tiene un capirote negro, la garganta blanca, el cuerpo leonado y las alas y la cola azul. Las patas son negras, al igual que el pico. 

Se trata de un ave claramente gregaria.

HÁBITAT:

Aunque necesita para instalarse de la presencia de arbolado, no se trata, en sentido estricto, de un ave forestal, ya que prefiere los bosques aclarados, las dehesas, las áreas agrícolas con bosquetes isla, los paisajes en mosaico o las inmediaciones de las localidades rurales, en tanto que escasea en las masas forestales más densas. Su presencia parece verse limitada por factores como la influencia atlántica y la aridez, así como por la ausencia de cobertura arbórea adecuada. Allí donde encuentra hábitat propicio, puede frecuentar enclaves desde el nivel del mar hasta los 1.700 metros de altitud. 

La variedad de vocalizaciones que puede articular resulta notable, aunque el sonido más frecuentemente emitido cuando se desplaza en bandos es un grruií-grruií áspero y algo nasal. El canto propiamente dicho -un gorjeo suave y chirriante- resulta difícil de oír, pues, además de escasamente sonoro, es bastante poco frecuente.

ALIMENTACIÓN:

La variedad de vocalizaciones que puede articular resulta notable, aunque el sonido más frecuentemente emitido cuando se desplaza en bandos es un grruií-grruií áspero y algo nasal. El canto propiamente dicho -un gorjeo suave y chirriante- resulta difícil de oír, pues, además de escasamente sonoro, es bastante poco frecuente.

Conforme a su gran capacidad de adaptación, la dieta del rabilargo comprende una notable variedad de alimentos de origen tanto animal como vegetal. Según la estación del año, estos pequeños córvidos devorarán grandes cantidades de insectos (sobre todo escarabajos), visitarán vertederos y muladares en busca de restos o ingerirán ávidamente uvas, higos, cerezas y otros frutos, ya sean silvestres o cultivados. Rara vez depreda sobre pequeños vertebrados. 

REPRODUCCIÓN:

La época de reproducción de la especie da comienzo, normalmente, a lo largo del mes de abril. Una vez constituida la pareja, ambos proceden -tras un concienzudo proceso de selección del emplazamiento- a construir el nido. Los rabilargos son aves gregarias en todos los aspectos de su biología, y la reproducción no es una excepción. Aunque no constituyen colonias de cría propiamente dichas, estos córvidos siempre buscan la vecindad de otras parejas, lo que les permite actuar cooperativamente en la detección de depredadores y en la defensa activa de sus nidos. La puesta -de entre cuatro y nueve huevos de color cremoso- se realiza a mediados de abril o principios de mayo. La hembra será la encargada de la incubación durante 15 días, transcurridos los cuales nacen los pollos, que serán atendidos por ambos adultos. Tras una estancia en el nido de 14-16 días, los jóvenes realizan sus primeros vuelos, aunque seguirán siendo alimentados por sus padres algunas semanas más. A finales de verano, los jóvenes acompañan a los adultos en pequeñas partidas familiares para luego integrarse en el seno de la colonia.

La variedad de vocalizaciones que puede articular resulta notable, aunque el sonido más frecuentemente emitido cuando se desplaza en bandos es un grruií-grruií áspero y algo nasal. El canto propiamente dicho -un gorjeo suave y chirriante- resulta difícil de oír, pues, además de escasamente sonoro, es bastante poco frecuente.

Cría de rabilargo

NIDIFICACIÓN:

Construyen el nido en la horquilla de alguna encina, alcornoque, roble o pino. Este consiste en una cuidada copa de palitos y raicillas con algo de barro y esmeradamente recubierta por su cara interior de musgo, lana, pelo y fibras vegetales.

 CANTO:

La variedad de vocalizaciones que puede articular resulta notable, aunque el sonido más frecuentemente emitido cuando se desplaza en bandos es un grruií-grruií áspero y algo nasal. El canto propiamente dicho -un gorjeo suave y chirriante- resulta difícil de oír, pues, además de escasamente sonoro, es bastante poco frecuente.

MIGRACIONES:

En toda su área de distribución, este córvido se muestra como sedentario, aunque puede realizar movimientos dispersivos de escasa entidad que no se alejan mucho del territorio de reproducción. Las poblaciones asiáticas, por su parte, parecen algo más móviles. 

AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:

Si bien las poblaciones de este córvido van en aumento a lo largo de su área de distribución, el rabilargo no carece de problemas. Entre estos se cuentan la pérdida de arbolado apropiado para nidificar o la persecución que sufre en algunos lugares como consecuencia de los daños que se le atribuyen en cultivos y sobre las especies cinegéticas. Actualmente aparece incluido en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en la categoría "De interés especial". 

                                                                                                                                                                 Rabilargo en el interior de la fuente