Grajilla occidental
(Coloeus monedula)
Orden: Passeriformes Familia: Corvidae
OBSERVACIÓN:
Podemos observarlas volando en bandadas por encima del parque o posadas en los árboles más altos del mismo. Curiosamente, aunque pasan el día en el Parque del Príncipe, por la noche se desplazan a los árboles del Paseo de Cánovas para dormir. También pueden ser observadas con facilidad por los alrededores del casco antigua de Cáceres.
DESCRIPCIÓN:
Ave de tamaño mediano de la familia de los córvidos. Se trata de una especie con dimorfismo sexual poco marcado: el macho es de mayor tamaño y presenta un plumaje negro/grisáceo con una tonalidad más clara en la zona de la nuca, mientras que la hembra luce un tono más pardusco. En ambos destaca un llamativo iris de color pálido, casi blanco; en cambio, los individuos jóvenes presentan el iris de color negro y el plumaje más oscuro y uniforme.
Presentan un rápido batir de alas y movimientos sueltos.
Grajilla occidental posada en los alrededores de la parte antigua de Cáceres
HÁBITAT:
Se trata de una especie gregaria, que vive en grupos reducidos con una compleja estructura social. Es habitual observarla junto a grajas y estorninos. A menudo podemos encontrarla en zonas fluviales, roquedos, arboledas, dehesas, pastizales, parques, bosques, y ambientes urbanos.
ALIMENTACIÓN:
Es una especie omnívora cuya alimentación varía entre insectos, lombrices, moluscos, fruta caída, cereales y semillas. A pesar de todo, muestra unas tendencias más vegetarianas que otros componentes de la familia, y a diferencia de otros córvidos, frecuenta poco carroñas y basureros, aunque estos últimos tienen cada día un peso mayor en su dieta. Eventualmente pueden capturar pequeños vertebrados, como lagartijas o ratones, y devora huevos y polluelos de otras aves. Es un ave oportunista y altamente adaptable, que varía su dieta notablemente dependiendo de la fuente de alimento disponible.
Además, las grajillas occidentales practican el reparto activo de alimentos, con independencia de su sexo o parentesco. Para la mayoría de las aves, la entrega activa de alimentos se sitúa principalmente en el ámbito de la atención parental y del cortejo, sin embargo, las grajillas occidentales muestran niveles de entrega activa mucho más altos que otras especies.
REPRODUCCIÓN:
Se trata de una especie monógama cuya época de cría se produce en los meses de abril y mayo. Aunque establecen parejas de por vida, suelen criar en colonias y colaboran para encontrar un sitio de anidación adecuado y protegerse contra los distintos posibles depredadores.
La puesta es responsabilidad exclusiva de la hembra y tiene lugar hacia mediados de abril. Los huevos son de un color azul claro con manchas oscuras y su número varía entre 2 y 8. La incubación dura aproximadamente unos 18-20 días. Tras ese período, las crías nacen como polluelos desnudos altriciales, que dependen completamente de los adultos para su alimentación, siendo ésta responsabilidad de ambos progenitores. Cuando alcanzan los 30-35 días de edad, ya están en condiciones de abandonar el nido, aunque permanecen ligados a sus padres durante al menos otras cinco semanas más. A mediados de junio la mayoría de los polluelos levantan el vuelo y abandonan el nido, y en su primer otoño ya se emparejan (de por vida), aunque no se reproducen hasta alcanzados los tres años de madurez. Los huevos eclosionan de forma asincrónica y la incubación comienza antes de la finalización de la puesta, lo cual, a menudo conduce a la muerte del último polluelo si la disponibilidad de alimentos es baja.
NIDIFICACIÓN:
Ambos progenitores son los encargados de la construcción del nido en todo tipo de oquedades: árboles, acantilados o grandes construcciones humanas, como los campanarios de las iglesias y las chimeneas; a veces en madrigueras y las ramas de los árboles.
Por lo general, la pareja construye los nidos colocando palitos en una grieta para formar una plataforma que sirve de base para la construcción del nido. Éstos consisten en acúmulos irregulares y desordenados de ramas, palos y raíces, que tapizan con plumas, lana y fibras vegetales y que, en ocasiones, refuerzan con barro o estiércol. Las plataformas de los nidos pueden alcanzar grandes tamaños.
Bandada de grajillas descansando sobre uno de los árboles del Parque del Príncipe
CANTO:
Se trata de una especie muy ruidosa que emite habitualmente varios reclamos muy característicos dependiendo de la situación. La llamada principal es la de contacto o de salutación, frecuentemente dada durante el vuelo, en el que emite un sonido parecido a "chyak-chyak". La llamada de alimentación emitida por los individuos adultos para llamar a sus crías, o por los machos cuando ofrecen alimentos a sus parejas, se transcribe como "kiaw". En cambio, las hembras presentan una versión más elaborada de la llamada (transcrito como "kyaay") cuando mendigan comida de los machos. Cuando se encuentran en bandadas, producen un cacareo bastante ruidoso. También producen un aviso de alarma áspero y elongado, que utilizan para advertir de la presencia de depredadores o para intimidarlos.
MIGRACIONES:
La grajilla es un córvido bastante sedentario al sur, siendo las aves nórdicas las más propensas a emprender movimientos migratorios, aunque no llegan a alcanzar las áreas sureñas de distribución de la especie, y son los ejemplares jóvenes los más proclives a desplazarse. Las colonias centroeuropeas son ya residentes, al igual que las del sur del continente.
Es una especie que puede considerarse abundante en España y se distribuye de manera bastante homogénea por toda la Península Ibérica.
AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:
La grajilla no presenta amenazas dignas de mención en su área de distribución, aunque en el pasado fue perseguida por considerarse nociva para las especies cinegéticas y las cosechas. Actualmente, la mayor limitación para la existencia de estas ruidosas aves es la disponibilidad de lugares apropiados donde instalar las colonias de cría.
CURIOSIDADES:
Las grajillas occidentales aprendieron a abrir las tapas de aluminio de las botellas de leche que los lecheros dejaban antiguamente frente a las puertas de las casas en Inglaterra. Poco después, la bacteria Campylobacter jejuni fue encontrada en el pico y la cloaca del ave, por lo que existía el riesgo de que la leche se contaminara cuando la bebían. Esta actividad se vinculó a casos de gastroenteritis por Campylobacter en Gateshead, en el noreste de Inglaterra. Esto llevó al Departamento de Salud a emitir el consejo de no consumir la leche de botellas abiertas por las aves, y a recomendar que se tomaran medidas para impedir que las aves pudieran abrir las botellas.
La grajilla occidental fue también vinculada al brote de una enfermedad gastrointestinal en España que causó varias muertes entre los seres humanos. Durante el post mortem de un ave afectada, se logró aislar un poliomavirus del bazo. Aparentemente la enfermedad fue una coinfección con Salmonella, y el virus recibió provisionalmente el nombre poliomavirus del cuervo (CPyV). Más tarde se han aislado también una serie de bacterias filamentosas segmentadas del intestino delgado de esta ave, pero aún se desconoce su papel patogénico.