Culebrera europea

(Circaetus gallicus)

"Short-toed snake eagle"
"Águia-cobreira"

Orden: Accipitriformes                                             Familia: Accipitridae

OBSERVACIÓN:

Si alzamos la mirada y observamos con detenimiento el cielo es posible que podamos observar en alguna ocasión alguna sobrevolando el parque.

Culebrera posada sobre un poste

DESCRIPCIÓN:

En esta rapaz de considerable tamaño llama poderosamente la atención su voluminosa cabeza, armada de un corto pero robusto pico y dotada de grandes ojos amarillos orientados hacia el frente. Los tarsos son cortos y están rematados por dedos bastante pequeños pero robustos; tanto unos como otros quedan protegidos contra las mordeduras de los ofidios por coriáceas escamas. En el plumaje de las aves adultas -muy claro en las regiones ventrales- dominan los tonos blanquecinos variablemente barrados o moteados de pardo. En el dorso, en cambio, el color se torna a tonos marrones más o menos oscuros según los ejemplares, que se extienden por la cabeza, el cuello y el pecho del ave. En vuelo se pueden observar las secundarias barradas y la larga cola, que presenta varias bandas, de las cuales la terminal es considerablemente más ancha. Los ejemplares jóvenes aparecen menos barrados en las regiones ventrales, y las bandas de las secundarias y la cola resultan en ellos menos patentes. Dorsalmente, presentan colores más oscuros que los adultos y lucen un contrastado diseño en el que las rémiges - prácticamente negras- aparecen remarcadas por coberteras bastante pálidas. Las alas de los jóvenes son más estrechas que las de los adultos.
Las capacidades de vuelo de la culebrera son notables; puede permanecer interminables horas en el aire gracias a sus habilidades veleras, proporcionadas por unas alas y una cola largas y anchas. Sorprende, además, la facilidad que demuestra un ave de tan gran porte para cernirse largo rato en un mismo punto mientras prospecta detenidamente el suelo en busca de presas.

HÁBITAT:

A la hora de reproducirse, la culebrera es un ave netamente forestal, por lo que ocupa masas boscosas de diferente entidad y composición botánica. Así, según las regiones, se instala en pinares montanos, castañares o robledales, aunque siente especial predilección por las masas forestales mediterráneas, donde ocupa encinares, alcornocales y dehesas con cierta cobertura. No obstante, la aparición de esta rapaz -aunque nunca llega a alcanzar altas densidades- se ve favorecida por la existencia de una relativa heterogeneidad ambiental en su territorio, así como por la presencia de zonas abiertas o parcialmente arboladas, como matorrales ralos, praderas, cultivos de secano, calveros de bosque, dehesas o paisajes en mosaico, donde obtiene la mayor parte de su alimento.

ALIMENTACIÓN:

Se trata de un ave especializada en el consumo de reptiles, muy particularmente ofidios, que detecta mediante metódicas prospecciones de su territorio a variable altura. Una vez descubierta una presa, la culebrera la atrapa con sus cortas garras e intenta reducirla destrozando a picotazos su cabeza; cuando logra vencer al reptil aún palpitante, lo ingiere trabajosamente. La variedad de culebras -a veces de tamaño considerable- que se incluyen en la dieta de esta particular rapaz es muy amplia, aunque condicionada por su abundancia local. Además de culebras, sus presas más habituales son los grandes lagartos -sobre todo ocelados-, que puede complementar con anfibios, pequeños mamíferos, 4 aves jóvenes e, incluso, algunos insectos.

REPRODUCCIÓN:

El ciclo reproductor de esta especie, bastante largo, se prolonga desde la llegada a las áreas de cría en primavera hasta bien entrado el verano. Una vez retomados los lazos de pareja, ambas aves proceden a la construcción de un nido o a la reparación del utilizado en temporadas anteriores.  La puesta, que suele tener lugar entre mediados de abril y principios de mayo, consta de un solo huevo de color blanco que es incubado por ambos sexos, aunque mayoritariamente por la hembra, durante 45-47 días. El único pollo es atendido por los dos padres, que le proporcionan varias culebras al día. Al principio, el adulto trocea el cuerpo del ofidio y se lo ofrece al pollo, pero cuando este cuenta con unas tres semanas de vida, engulle por sus propios medios las culebras enteras. El desarrollo de la joven culebrera es lento, pues no se completa hasta pasados dos meses y medio desde su nacimiento, lo que supone que la mayoría de los jóvenes realizan sus primeros vuelos bien entrado el mes de agosto.

NIDIFICACIÓN:

El nido suele ubicarse en la parte superior de un árbol o en una rama de fácil acceso y consiste en la acumulación de ramas de diferente grosor. Su tamaño es de 50-100 centímetros de diámetro por 20- 30 centímetros de altura, por lo que resultan bastante pequeños para sus inquilinos. 

CANTO:

En ocasiones deja oír su voz, especialmente durante el periodo de cría, aunque normalmente es un ave bastante silenciosa. Produce un grito vocinglero y nasal, como un trompeteo, iac iac iac, y un reclamo lastimero. 

MIGRACIONES:

Las culebreras que se reproducen en Europa se comportan como aves estrictamente migratorias, por lo que abandonan las áreas de cría a finales de verano -aunque se registran citas invernales de la especie en el suroeste peninsular- para instalarse en las sabanas tropicales de África, donde encuentran abundantes presas. El paso posnupcial tiene lugar desde mediados de septiembre hasta primeros de octubre, mientras que el prenupcial se efectúa en abril. En ambos momentos las culebreras ibéricas, a las que se suman las que habitan en otras regiones del occidente de Europa, cruzan el estrecho de Gibraltar para pasar al continente vecino, si bien un número de individuos realiza la singladura intercontinental usando las islas mediterráneas como puente migratorio.

Culebrera europea sobrevolando el parque

AMENAZAS Y CONSERVACIÓN:

Las principales amenazas citadas para esta especie tienen que ver con la falta de presas por la disminución de las poblaciones de reptiles en zonas agrícolas, circunstancia que ha provocado en el pasado reciente la desaparición o la escasez de la culebrera en extensas regiones de Europa. Otros factores que las afectan son la destrucción o alteración de los hábitats de cría y de alimentación o los incendios forestales, que, además de arrasar las zonas de reproducción, suelen sorprender a muchos pollos, todavía incapaces de volar, en los nidos. Son amenazas importantes, también, las bajas causadas por la caza ilegal (particularmente a lo largo de la media veda), las muertes por electrocución y choque en tendidos eléctricos y el ocasional expolio de nidos. La culebrera europea se incluye en el Libro Rojo de las aves de España dentro de la categoría de "Preocupación menor" y aparece calificada como "De interés especial" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.